A todos nos pasa que, a veces, tenemos sensaciones desagradables, ya sea de forma interna o como reacción a circunstancias externas. En estos casos, hablamos de sentimientos negativos. La lista de emociones que forman parte de esta definición es extensa, pero siempre puedes aprender a gestionarlas para que sean más llevaderas y puedan desaparecer con mayor rapidez. Al fin y al cabo, es aquello a lo que muchos aspiran en el momento en el que las sienten.
Lo primero que necesitas a la hora de gestionar este tipo de emociones es conocerlas para poder aceptarlas y poder pasar a una emoción positiva. Por eso, aquí tienes una lista de los sentimientos negativos más comunes con consejos para poder gestionarlos. ¡Nunca intentes reprimirlos o esconderlos, podría ser peor!
¿Qué son los sentimientos negativos?
Los sentimientos negativos son aquellas emociones que experimentamos y que de un modo u otro nos hacen sentir mal. A veces no es fácil lidiar con ellos, pero lo cierto es que ahí están, todos los sentimos. Lo mejor para tu salud emocional es afrontarlos y tratar de superarlos con toda la paciencia del mundo.
Sentimientos negativos: Lista de emociones que debes aprender a gestionar
¿Cuáles son estos sentimientos negativos? Una lista de emociones de este tipo siempre viene bien para no perder de vista ninguna de ellas y saber cómo afrontarlas y gestionarlas en cada caso. Por eso, te enumeramos los sentimientos negativos más comunes, para que puedas identificarlos cuando te asalten y sepas cómo reaccionar.
Odio
El odio es una de las peores emociones que puedes sentir, ya que, al contrario de lo que puedas pensar en ese momento, a quien más perjudicas es a ti mismo/a. Consiste en un sentimiento de animadversión que puedes sentir hacia personas, colectivos o cualquier otra cosa, y puede llevarse hasta el extremo. Afrontar y reducir este sentimiento es esencial para ser feliz.
Venganza
En muchos casos, es consecuencia del odio, aunque está motivada por algo que te han hecho o consideras que te han hecho (este es un matiz importante) y que deriva en la necesidad de generar los mismos sentimientos negativos en el causante de la situación.
Cuando experimentes este sentimiento, plantéate lo siguiente: ¿de verdad soluciono algo haciendo esto? Nos atrevemos a asegurar que la respuesta será negativa.
Tristeza
Al contrario de las emociones anteriores, en muchos casos la tristeza resulta inevitable y, en la mayoría de ellos está completamente justificada. Sin embargo, el hecho de tener o no tener motivos para estar triste no debe hacerte sentir culpable. A veces es un sentimiento que no se puede controlar. Lo que debes hacer es tratar de aceptarlo y recuperarte. No permitas que el sentimiento se alargue y perdure en el tiempo. No dudes en buscar ayuda si el sentimiento es muy duro o se prolonga en el tiempo.
Frustración
Existen pocos sentimientos más negativos que poner todos tus esfuerzos e ilusiones en algo y que finalmente no salga o acabe saliendo mal. Sin embargo, es algo que nos ha sucedido a todos en algún momento de nuestra vida. A veces, es solo una sensación puntual y en otras se prolonga, pero en cualquier caso, hay que buscar el motivo y tratar de comprenderlo para eliminar o reducir esta emoción.
Envidia
Aunque ha existido siempre, en la actualidad es un sentimiento muy común a consecuencia de una mala gestión de las redes sociales y otras plataformas. Ten en cuenta dos cuestiones: las comparaciones no te hacen ningún bien y las personas no siempre muestran su realidad tal como es. No todo es tan bonito ni tan triste: debes poner en valor lo que tienes y luchar cada día por mejorar, pero sin que te haga sentir mal por el éxito que (puede parecer que) tienen los demás.
Celos
Normalmente, identificamos los celos como uno de los sentimientos negativos más frecuentes en una pareja, pero también surge entre familiares y entre amigos. En cualquier caso, suelen estar relacionados con cierta idea de posesión y lo cierto es que nadie pertenece a nadie, así que es fundamental entender que quien está a tu lado debe estarlo por elección propia y de forma libre así ambos seréis más felices. También pueden producirse celos fruto de la envidia, por eso es importante comprender el origen de este sentimiento, para que puedas relativizar la situación y así minimizar la sensación negativa que te produce. Recuerda: todo el mundo siente celos. Lo importante no es no sentirlo, sinó cómo reaccionas.
Impaciencia
La impaciencia, en muchos casos, genera otro de los sentimientos negativos que ya hemos mencionado en esta lista: la frustración. A veces, ansiamos algo y queremos tenerlo de inmediato o que suceda en ese preciso instante. ¿Sabes cómo puedes calmar esta sensación? Reflexionando sobre el valor que le darías si fuera tan sencillo conseguirlo.
Enfado
El enfado es una de las emociones negativas más comunes que podemos experimentar. A todos nos ha asaltado en alguna ocasión y es muy normal. Ahora bien, tenemos que tratar de encontrar mecanismos que nos devuelvan a un estado de calma porque, por lo general, cuando experimentamos este sentimiento ninguna decisión que podamos tomar será la más adecuada.
Soledad
No te equivoques, a veces la soledad no tiene nada que ver con no tener a nadie a tu alrededor. Muchas personas se sienten solas y viven todo el día rodeadas de gente. Por eso, en muchos casos, esta sensación está muy relacionada con la incomprensión. Suele estar relacionada con la tristeza y/o la melancolía. Salvo que seas una persona que disfruta de la sensación de soledad, si se te hace difícil gestionarla es aconsejable recurrir a un especialista.
Incertidumbre
La incertidumbre es un sentimiento negativo prácticamente constante en la época en la que nos ha tocado vivir. Sin embargo, si te paras a pensarlo, verás que ha sido así siempre, aunque no se le ha dado la misma importancia que ahora. Al final, cada vez sabemos más y nos empeñamos en entender qué nos deparará el futuro, pero es imposible. La única solución ante esta emoción es comprenderla y afrontarla como una característica más de la vida. Recuerda que cuanto más sepas vivir en el presente, más tranquilo y feliz podrás vivir.
Miedo
El miedo es una de las peores sensaciones que podemos experimentar. A veces, nos paraliza por completo y nos hace actuar de forma poco habitual. Sin embargo, es algo completamente natural y su origen es positivo: es un mecanismo de nuestro organismo para defendernos o evitar el peligro. Eso sí, si tus miedos son muy fuertes o surgen ante cuestiones que no suponen ningún tipo de peligro para ti, es recomendable que consultes a un profesional para que te ayude a gestionarlos.
¿Cómo gestionar los sentimientos negativos?
Aunque cada uno de estos sentimientos negativos tiene sus particularidades, lo cierto es que hay algunos recursos que puedes usar para gestionarlos de manera general. Sin ir más lejos, la principal recomendación que se puede hacer en este sentido es que no te dejes llevar por este tipo de emociones y que trates de comprender qué la ha provocado.
Además, es importante que te prestes atención a diario para evaluar esas sensaciones que puedan pasar desapercibidas con la rutina diaria y sus posibles causas. Por otra parte, nunca debes tratar de reprimir ninguna de las emociones negativas de la lista, al contrario: debes poder expresarlos y buscar una respuesta o solución, incluso aunque necesites la ayuda de un profesional. En conclusión, hay determinados hábitos que nos ayudan a gestionar las emociones a pesar de no estar relacionados de manera directa con ella. El deporte en general y algunas prácticas en concreto, como la meditación o el yoga, pueden resultar de gran ayuda en la gestión de sentimientos negativos y además, te aportarán bienestar y salud mental.