Los miedos a vivir cambios y afrontar nuevos desafíos pueden jugar en tu contra. Descubre qué es el autosabotaje mental y cómo trabajarlo
Muchas personas caen en el autosabotaje mental, incluso sin quererlo o sin saberlo. Quizás tú también has pasado por eso y ni siquiera te lo has cuestionado. En este artículo, te contaremos de qué se trata, cómo identificarlo y cómo tratarlo para poder superarlo.
¿Qué es el autosabotaje mental?
En psicología, se habla de autosabotaje mental como una tendencia a sabotear o ponerse obstáculos en el camino hacia las propias metas u objetivos, y todo ello por medio de automanipulaciones que se realizan de manera inconsciente.
Hay personas que tienen miedo a los cambios, y es entonces cuando suele ocurrir el autosabotaje mental, es decir, justo en momentos de toma de decisiones. De ese modo, por ejemplo, ante la compra de un inmueble o en la etapa final de algún proyecto, es cuando aparece esta tendencia.
¿Por qué ocurre?
Las razones son variadas, pero existen algunas muy habituales, como ciertas creencias o características de una persona que terminan desencadenando el autosabotaje mental. Estas pueden ser:
- Baja autoestima: el hecho de tener una baja autoestima hace que uno se sienta inferior y dude de su capacidad para conseguir las metas. Por esa razón, les resulta mucho más probable caer en un autosabotaje mental.
- Miedo a fracasar: pensar que fracasar es lo peor que te puede pasar te hace temerlo. Por eso, te costará tomar decisiones ante la opción del fracaso.
- Temor a los cambios: sentir que no somos capaces de avanzar cuando se presentan cambios nos hará temer esos procesos. Así, mucha gente no quiere salir de su zona de confort, y es entonces cuando se genera un autosabotaje mental.
- Inseguridad: ser inseguro tiene relación con los puntos anteriores, particularmente con la baja autoestima. No nos sentimos capaces de emprender nuevos proyectos, de hacer frente a nuevos desafíos y tememos equivocarnos.
- Falta de motivación: para poder avanzar, a menudo se necesita algún tipo de motivación. En su defecto, uno se puede quedar estancado y sin ganas de perseguir nuevos objetivos. Para evitar el autosabotaje mental, debes luchar contra esto.
- Sin metas propias: para avanzar, necesitas nuevos objetivos propios. Si no sabes lo que quieres, es muy probable que termines desarrollando un autosabotaje mental.
¿Cómo saber si me estoy autosaboteando?
Hay ciertas características que definen el autosabotaje mental y es importante tenerlas claras para poder identificarlas. Se trata de algunas conductas que se presentan en situaciones particulares y que consisten en lo siguiente:
- Miedo intenso
- Inseguridad
- Ausencia de autocontrol
- Falta de autoconfianza
Ahora bien, hay momentos en la vida en los que es más habitual que ocurran estas circunstancias, como ante cambios importantes. La diferencia está en que quienes dominan el autosabotaje mental son capaces de dejar atrás los miedos y sobreponerse ante sensaciones de inseguridad o de falta de autocontrol.
Es clave disponer de esa capacidad, ser conscientes de nuestros miedos y afrontarlos como tales. Actuar de forma consecuente nos facilitará la toma de decisiones.
Formas de autosabotaje mental
Existen cuatro tipos de autosabotaje mental, los cuales tienen que ver con la conducta de cada persona:
- No finalizar las cosas: inicias distintos proyectos o te planteas nuevos objetivos, pero no eres capaz de terminarlos y los abandonas a mitad de camino. Al fin y al cabo, si no llegas hasta el final de un desafío, no podrás fracasar.
- Posponerlo todo: el concepto de procrastinación encaja perfectamente aquí, y consiste en el hecho de postergar distintas actividades para realizar otras menos importantes o más sencillas. Se trata de un fenómeno muy común y que toma diferentes formas.
- Perfeccionismo: es la excusa perfecta para nunca terminar un proyecto. Quien dice ser perfeccionista siempre tendrá un argumento para seguir trabajando en algo y seguir perfeccionándolo.
- Excusas: si bien los tres tipos anteriores también son excusas, una persona que no quiere afrontar un cambio o desafío encontrará siempre algún tipo de excusa, como falta de tiempo o de recursos económicos, entre otros.
¿Cómo dejar de autosabotearse?
Reconocer que te autosaboteas mentalmente es el primer paso para superarlo, pero también es importante conocer e identificar las diferentes formas que existen. De todas maneras, las que hemos mencionado anteriormente no son las únicas. Asimismo, hay que entender que sentir miedo o ansiedad ante posibles cambios importantes es normal. De hecho, lo extraño sería que no fuera así.
Por eso, es importante que no nos bloqueemos ante esas sensaciones y que tampoco dejemos que nos arrastren. Para ello, existen algunos consejos que hay que tener en cuenta:
Acepta tus miedos
Si tienes miedo a los cambios o a nuevos proyectos, asúmelo. Tienes que ser consciente de que los temes. Trata de identificarlos y atrévete a acogerlos y trabajarlos.
Desarrolla tus motivaciones
Si tu problema está en la falta de motivación, trabaja en ello. Una técnica puede ser desarrollar un plan de acción en base a pequeños objetivos, para llegar a una meta final mayor.
Trabaja tu autoestima
La autoestima es un aspecto clave para conseguir evitar el autosabotaje mental, pero también para acercarte a tus objetivos. La autoestima puedes trabajarla de distintas maneras.
Cree en tus capacidades
Creer en ti mismo te ayudará a dar muchos pasos en el camino hacia ganarle la partida al autosabotaje mental. Lo importante es que te lo creas de verdad.
Persevera siempre
¿Crees que te autosaboteas mentalmente? Trabaja en eso de forma constante y sin miedo, y no te rindas.
Nunca creas que es fácil
Tal como indicábamos en el punto anterior, debes perseverar en este proceso, aunque sabemos que no es sencillo. Asume que muchas veces no lograrás tus objetivos, y tienes que estar preparado para hacer frente a imprevistos o dificultades.
En definitiva, ahora ya sabes qué es el autosabotaje mental y cómo identificarlo, en el caso de que tú mismo lo estés viviendo. Trabaja en ello, sigue los consejos que te hemos dado y continúa avanzando para lograr tus metas. ¡Empodérate y sigue adelante!